10 razones por las que se debería cambiar los deberes

Homework

El debate sobre los deberes es recurrente. Se plantea en diversidad de países y se ha planteado a lo largo de la historia. De buenas a primeras no parece mala idea, todos hemos hecho deberes en mayor o menor medida, en algún época de nuestra vida. Yo personalmente no recuerdo tener deberes en Primaria, al menos no hasta los 12 años. Pero ahora los niños tienen deberes incluso en la etapa de infantil. Parece que se está perdiendo el norte, no se deja tiempo a los niños para jugar. Nos estamos jugando las generaciones futuras.

Espero que estas 10 razones por las que se debería cambiar los deberes sean útiles para que aquellos que no acaban de ver el problema que tenemos en España lo comprendan, y firmen mi petición por los deberes justos www.change.org/losdeberesjustos.

1. Los deberes para casa son como las horas extras en el trabajo

A nadie le gusta hacer horas extra, al menos altruistamente, todos queremos disfrutar de nuestro tiempo libre, de los fines de semana, o de las vacaciones. Es incomprensible que lo que los adultos reclamamos por derecho no se le conceda a los niños. Suele ocurrir que cuanto más pequeños son los niños, más horas de deberes tienen. Muchos padres lo dicen en las razones para firmar que dejan en mi petición. Niños de 6 años haciendo 3 horas de deberes sin ninguna razón, porque no puede existir ninguna razón válida para justificar este exceso de tiempo tras una jornada de 5 horas de clase. Una cosa es hacer 15 minutos de deberes, se puede entender o no, pero 3 horas no se pueden encajar por más que se intente.

2. Muchos deberes carecen de valor pedagógico

La mayoría de los deberes que los niños hacen en casa carecen de valor pedagógico. He visto a mis hijos pasar horas copiando enunciados, copiando páginas enteras de un libro de texto, copiando los verbos irregulares del inglés, o listas de vocabulario, cuando es bien sabido que la mejor manera de aprender inglés es oralmente. Les he visto hacer docenas de multiplicaciones tras dominar perfectamente las tablas de multiplicar, sin verle ninguna aplicación práctica. Los libros de texto que las editoriales venden ofrecen muchísimos ejercicios repetitivos. Hay incluso libros de deberes que sólo se hacen en casa. No dejan lugar a la creatividad, o al emprendimiento. Parece que el objetivo es tener a los niños quietos y callados durante 3 horas más, como si las horas de clase no bastaran.

3. Los deberes generan desigualdades sociales

Los deberes asignados a edades tempranas no son justos de por sí. Los niños de primaria necesitan, en su mayoría, ayuda para realizarlos. Bien por la dificultad que entrañan, bien porque cuando llegan a casa están ya cansados, o porque son tantos que hacerlos solos supondría pasar una eternidad encerrados a solas en su habitación. No creo que haya muchos niños a los que les guste estar a solas en su habitación toda la tarde. De modo que para hacer los deberes, los niños necesitan de un adulto que pueda pasar la tarde con ellos, pero no todos los padres pueden permitírselo. Con lo cual, aquellos niños que no disponen de esa ayuda no pueden completar sus deberes, sufriendo por ello castigos, recibiendo puntuaciones negativas, cuando no se ven sometidos al escarnio público por no haber traído hecha la tarea. Esto se traduce en un profundo rechazo hacia los deberes.

4. Tergiversan los resultados de las pruebas externas

Desde mi punto de vista, las pruebas externas están ahí para evaluar el trabajo que se realiza en las horas lectivas, el trabajo de los profesores, la calidad del sistema educativo español, no del sistema educativo paralelo de academias, profesores particulares, padres y familiares con formación que ayudan a los niños a entender lo que no se ha comprendido en clase. Sólo por esta razón debería replantearse seriamente el tema de los deberes. Creo que no debería haber mayor satisfacción para un maestro que la de unos buenos resultados obtenidos únicamente del trabajo realizado en el horario lectivo.

5. Frustran a los niños

En vez de jugar, que es completamente necesario e imprescindible para el correcto desarrollo de los niños, estos pasan las tardes haciendo deberes. Ven como tarde tras tarde se hace la hora de la cena sin haber podido jugar. Sus días se limitan a ir al colegio, jugar media hora en el recreo y una hora después o antes de comer, si el tiempo lo permite, porque si no se les pone una película para que estén sentados y quietos, merendar, y sentarse de nuevo a hacer deberes. Van y vienen con unas mochilas enormes, que ningún adulto soportaría llevar todos los días, vamos, a mi ya me mata tener que llevar el portátil a cuestas, llegan a casa a eso de las cinco de la tarde, meriendan, y vuelta a empezar ¿pero cuándo acaba la jornada de estos niños? Con suerte, si no tienen ninguna extraescolar, les queda media hora antes de la cena, para ducharse. Es de locos, esta rutina es realmente frustrante, lo sería para cualquiera de nosotros. Y aún antes de irse a dormir tienen que leer un libro, que les han impuesto leer, porque pocas veces pueden elegir lo que quieren leer. No tienen elección, no tienen nada que gestionar, ni tiempo, ni los libros que quieren leer, ni cómo o cuándo quieren hacer sus tareas. Todo está completamente acotado, no hay espacio para la iniciativa personal, para responsabilizarse de sus errores por una mala administración de su tiempo libre. No crea ningún buen hábito, porque no hay opción de hacer otra cosa. Acaban frustrados, agotados, y odiando los deberes, si no odiando el cole.

6. Provocan tensión familiar

Todos sabemos que es realmente complicado conciliar la vida familiar y la laboral, y si a esta ecuación añadimos la vida escolar de los niños, esto se convierte ya en un sistema de ecuaciones de difícil resolución. Cuando ambos padres trabajan y la familia cuenta con más de un niño, la gestión de la agenda se hace imposible. Estamos hablando de niños pequeños que no deben quedarse solos en casa, así que si el niño tiene que hacer varias horas de deberes, al menos un adulto tiene que estar en casa con él. Si no tienes la suerte de tener un horario compatible con el escolar, la cosa empieza a ponerse difícil. Necesitas echar mano de los abuelos, de los vecinos, de cuidadoras, de los horarios extendidos del colegio, pero ¿podrá el niño hacer los deberes estando a cargo de esas personas? Posiblemente no. Pongamos que el padre o la madre llegan a casa a las 7 de la tarde, y a esas horas ven que el pobre chico aún está peleando con los deberes, pero tiene que estudiar para dos exámenes, ducharse, ir a clase de música, y todo eso en menos de dos horas. El progenitor llega a casa después de su larga jornada de trabajo, y no tiene tiempo ni de cambiarse los zapatos, y el ambiente se comienza a caldear. El pequeño reclama su tiempo, quiere ir al parque, el mayor te necesita para que acabe los deberes, para estudiar, para todo. La situación año tras año se hace verdaderamente insostenible. Esperas con ansia el fin de semana, remoloneas el viernes por la tarde, pero el sábado y el domingo toca apechugar de nuevo. Más deberes, más exámenes, más lecturas, porque si el colegio es bilingüe, además de leer los libros en lengua castellana, hay que leer libros en inglés, más trabajos, más de lo mismo. E incluso en vacaciones, al hacer las maletas no te olvides de llevarte las fichas, los cuadernos y el estuche ¿eso son vacaciones?

7. Impiden a los niños educarse en otras materias

Al final, el niño adolece de la educación que debería recibir en el seno del hogar. No te vas a llevar al niño al supermercado a las 8:30 de la noche, cuando acaba de llegar su padre a casa y por fin ha acabado los deberes. No le vas a pedir que te ayude a poner y quitar la mesa a las 9 de la noche, no le vas a enseñar a cocinar a esas horas que se acaba justo de sentar a ver los dibujos, no le vas a llevar a fútbol esa tarde cuando tiene dos exámenes mañana, y eso que le encanta jugar al fútbol, pero es que él mismo ya no quiere ir, porque sabe que tiene que acabar todo para mañana. No ha aprendido a resolver conflictos en el parque, porque no ha ido, no ha aprendido cómo se limpia el pescado porque no te lo has llevado nunca a la pescadería, no sabe cómo se llaman las flores porque no te los ha llevado a casa de la abuela a pasar el fin de semana, y eso que a la abuela le encantan las flores y le cuenta a todo el mundo cómo se llaman todas las que tiene en el patio de la casa del pueblo. Piensas en todas las cosas que sabías tú a su edad, y te das cuenta de que tu hijo no ha vivido ni la mitad que tú.

8. Llevan al abandono escolar

Con suerte el niño pasará la Primaria, y comenzará la ESO, donde de nuevo se verá sometido al mismo ritmo de trabajo. Una vida sin lugar a la creatividad, que a esas alturas puede que ya se haya visto terriblemente afectada, sin tiempo para el deporte, cargado de libros, con dolores de espalda e incipientes signos de obesidad. Avanzará en la ESO con tanto hastío, con una curiosidad por aprender tan mermada que no será de extrañar que pronto deje de ir a clase, comience a suspender, repita curso y acabe pronto por abandonar su educación. Adelantar las supuestas responsabilidades, no hace niños más responsables, sino adolescentes cansados de un sistema educativo que no ha respetado sus ritmos, su tiempo libre, y su necesidad de jugar.

9. No crean buenos hábitos

Más bien al contrario, crea niños dependientes e inseguros. Niños que no pueden organizar su tiempo, porque no lo tienen, no pueden decidir cuándo jugar y cuándo estudiar, porque solo hay tiempo para la segundo, necesitan que el padre o la madre estudie con ellos, les ayude a colorear, a hacer resúmenes de libros que no les han enganchado, porque sino no dormirían lo que necesitan. Niños sumisos que solo saben hacer los deberes que les mandan, pero que cuando tienen que pensar un poco más están perdidos. Si a esos niños hartos de hacer deberes les dejas de repente en el paso a la ESO las tardes libres ¿qué crees que harán? No creo que se pongan a hacer deberes. Ni sabrán cómo estudiar, porque hacer deberes no es lo mismo que estudiar, hay una diferencia bastante grande entre que te den la tarea dirigida a que tengas que analizar tú la información. Y a esto mismo no han aprendido.

10. Porque lo dice la Convención de  los derechos del niño en el Artículo 31:

«El niño tiene derecho al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes.»

Por estas 10 razones os pido por favor que nos ayudéis a mi y a las miles de personas que están en la misma situación, firmado mi petición en www.change.org/losdeberesjustos. Por unos deberes motivantes, justos, adecuados a la edad de cada niño, que no acaben con la creatividad y la alegría de los niños. Nuestros hijos son nuestro futuro, si no juegan ahora, si no ríen ahora, si no son niños ahora, ya no lo van a volver a ser nunca.


Gracias por tu apoyo y por favor comparte si estás de acuerdo.

 

Foto que ilustra este artículo del usuario Christopher Long con licencia Creative Commons en Flickr

15 comentarios en “10 razones por las que se debería cambiar los deberes

  1. En primer lugar, un aplauso sincero por tu labor. En segundo lugar, comparto tu visión de esa lacra llamada «deberes» tanto como padre como profesor (imparto clases de inglés en un centro asturiano de Educación Secundaria). Como docente, trato de alejarme de los lugares comunes que hacen que educación sea igual a aburrimiento supino. Puede que mi asignatura sea propicia para innovar y arriesgar, pero creo que eso podría hacerse con las demás sin problema alguno. Si alguna vez se me ocurre mandar deberes, intento que éstos sean amenos, divertidos y que concuerden perfectamente con las horas de ocio que tan necesarias son para nuestros hijos (que vean un programa de la tele en versión original y luego preparen una reseña para contar en clase, que miren etiquetas de ropa, ingredientes de alimentos…). Mucho tiene que cambiar la educación en este país. Nos queda seguir luchando para conseguirlo.
    Un abrazo.
    Jose Yebra

    1. Gracias Jose por tu comentario
      Hay que cambiar muchas cosas, tú lo has dicho. Los deberes no son el único problema, pero sí que ahora mismo es uno de los que más afecta a las familias directamente.
      El inglés, como cualquier idioma, se debe aprender día a dia, con la exposición continua al idioma. Escuchar programas en versión original inglesa, o convivir con una aupair hacen ese papel de exposición a la lengua que es como realmente se aprende el idioma.
      Un abrazo José
      Eva

  2. Hola.

    No estoy de acuerdo en todo lo que expones.

    Para mí no se trata de deberes sí vs. deberes no: hay un término medio, y es el que debe buscarse.

    Es perfectamente posible poner deberes que dejen tiempo a otras actividades y que sean realmente útiles para el aprendizaje.

    Eso es lo que deben exigir los padres, no su eliminación, sin más.

  3. Una cosa más:

    en mi época los mejores estudiantes (en notas, esfuerzo y responsabilidad) fueron a estudiar carreras como telecomunicaciones y otras ingenierías, medicina, derecho, matemáticas, física. Los peores fueron a estudiar magisterio y psicología. Y de éstos últimos se nutren los colegios hoy en día.

    Tal vez, de aquellos polvos vengan estos lodos.

  4. Pues si con los criterios actuales salen como salen, no quiero pensar como serian sin obligaciones. Lo que realmente hay es un problema de fondo basica en la unidad familiar.No en los niños.

    1. Hola, no estoy de acuerdo, ¿Te parece poca responsabilidad estar 5 horas al día que pasan en el colegio? Es un error de toda la sociedad española creer que mas horas es mejor.
      Por favor, basta ya, aprendamos y enseñemos a nuestros hijos a ser PRODUCTIVOS,
      Menos horas y de mas calidad.
      Está cientificamente demostrado que se APRENDE POR LA EXPERIENCIA y no por la repetición de ejercicios y mas ejercicios.
      Los niños son niños y tienen que JUGAR, enseñemos de otra manera de una vez por todas.
      NO A LOS DEBERES. SI A PRENDER POR LA EXPERIENCIA.

    1. Muchas gracias por tu apoyo. He leído tu post, me alegra saber que cada vez más gente cuestiona el sistema educativo actual. Gracias
      Saludos

  5. Soy parte de UNOi, un sistema educativo que busca transformar la educación en América Latina, uno de los muchos cambios que proponemos es el permitir que el alumno aprenda, no enseñarle ¿cómo? A través del trabajo colaborativo, niños aprendiendo de otros niños, a partir de los conocimientos previos de cada uno, desde luego que éste tipo de trabajo no puede realizarse en casa,de ahí que propongamos un cambio también en las tareas, que desde luego reduciría el tiempo que los niños desperdician en rellenar páginas (que el profesor no ha alcanzado a resolver en el colegio), imprimiendo trabajos ( ¿dónde está el cuidado de la naturaleza?) con investigaciones que fácilmente podrían discutir en clases, pues la información está a un clic de distancia con cualquier dispositivo electrónico o haciendo maquetas cuando tenemos iBooks y apps de realidad virtual. Romper paradigmas con profesores tradicionales es un reto, pero más aún, convencer a los padres de familia, de que la tarea no es la nana del niño que lo mantendrá «entretenido» unas cuantas horas para que no moleste. Sin embargo, y a pesar de los obstáculos, no nos detendremos. Saludos

  6. Considero muy interesante tu propuesta Eva, te felicito por ello. Acá en Chile, se utiliza mucho «la tarea para la casa» que es el equivalente a los «deberes» que expones. Aun mas, en España son seis horas al día de aula, acá son 8 y 9 horas al día, mas las tareas para la casa, imagínate!! Hay días en que no puedes sentarte a conversar con tus hijos.
    Del mismo modo, leo muchos comentarios interesantes a tu propuesta, por lo que compartiré tu blog para que en mi país puedan revisarlo y reflexionar sobre este tema.
    Saludos cordiales.

  7. Estoy de acuerdo en todo, en mi caso, soy una madre que tengo la gran suerte de poder dedicar las tardes a mi hijos, pero esto se convierte en una tortura cada día que tengo que decirle a mi hija de 9 años que nos vamos a la habitación a hacer los deberes, nunca tengo tiempo de disfrutar con mi hija haciendo manualidades, dibujar que és lo que más le gusta, nunca podemos leer, ya no vamos al parque, mi hija está irascible se cabrea conmigo, y yo le transmito mi ansiedad, para colmo su tutora ha impuesto un sistema que si falta algún ejercicio de la libreta, que no les ha dado tiempo terminar o no ha puesto la fecha ni la página en la cabezera, les quita un punto de cada exámen. Me parece totalmente injusto. mi hija ha bajado mucho las notas, cuando és una niña lista saca conclusiones que a mí me sorprende, que no son propias de su edad sino de un adultoa y no porque lo diga yo lo dicen todos mis amigos, es uper alegre, ahora siempre va con tristeza al colegio, lo odia, lo único que le salva es estar con sus amigos.

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