7 Síntomas de una tecnoadicción

 

Las nuevas tecnologías han traído a nuestras vidas muchas comodidades, el acceso a un espectro amplísimo de información, de juegos, de aplicaciones y plataformas, y con ellas han venido también una serie de nuevos peligros, o no tan nuevos, pero sí adaptados al mundo de internet y a la ubicuidad a la que los móviles nos han acostumbrado.

La lista de ventajas y de beneficios de las nuevas tecnologías es larguísima, la lista de peligros por suerte no lo es. No debemos dejarnos deslumbrar ni por las ventajas ni por los inconvenientes, lo mejor es estar bien informado y ser consciente de los problemas que puede llevar acarreado el uso de la tecnología. Como todo, la tecnología no es mala de por sí, retrasar la edad a la que los niños usen su primera tableta, tengan whatsapp por primera vez o usen una red social no es garantía de protección, puede ser incluso contraproducente.

Los estudios apuntan que la edad a la que los niños se inician en el uso de la telefonía móvil se está adelantando cada vez más, y eso es positivo porque los padres todavía tenemos algo que aportar a esos niños que aún no han llegado a la adolescencia, que nos escuchan, confían en nosotros y no se rebelan contra lo que les decimos. Están en edad de ser educados en el uso correcto de la tecnología, por lo que con una correcta tutorización, iniciar y acompañar a los niños en el uso de las redes sociales, de internet y de la telefonía móvil a una edad temprana es una buena manera de educar a los chicos y chicas de cara a la adolescencia.

En otros artículos de este blog ya hemos hablado del ciberbullying y el grooming, de cómo el sexting puede acabar convirtiéndose en un juego peligroso y de lo importante que es detectar cualquiera de estos problemas, actuar y atajarlos antes de que sea irremediable.

Siempre hemos insistido en la necesidad de ubicar los ordenadores en un lugar común de la vivienda, en la importancia de establecer las normas y los límites necesarios para que el uso de la tecnología se haga de manera controlada y racional. No solo para evitar y detectar situaciones de ciberacoso, sino también para evitar otro de los grandes peligros de las nuevas tecnologías: las tecnoadicciones. En algunos países ya se considera un trastorno la adicción a internet. La recompensa a corto plazo, la gratificación inmediata que proporciona el estar todo el día conectados, puede llegar a niveles patológicos. En España existe una línea de ayuda para las tecnoadicciones proporcionada por protégeles.

Dentro de los peligros de las nuevas tecnologías y de las tecnoadicciones se habla también de la nomofobia (No Mobile Phobia), el miedo a salir sin móvil, a no estar conectado, no en vano es uno de los castigos más típicos que los padres pueden imponer a sus hijos adolescentes. Para un adolescente, puede llegar a parecer terrible el salir de casa sin el móvil, pasar unas horas sin smartphone puede llegar a ser para algunos algo insuperable.

Los videojuegos también pueden llegar a ser muy adictivos. Juegos como World of Warcraft o Clash of Clans pueden enganchar si no se juegan controladamente. Pero no debemos prohibir a los chicos jugar por el miedo a que no puedan parar de hacerlo. Los juegos de estrategia son también muy educativos, con el control de tiempos adecuados, puesto que los chicos tienen que desarrollar una serie de capacidades de previsión, constancia, aprenden a equivocarse y sobreponerse e identificar los errores como oportunidades de aprendizaje.

Pero ¿cuáles son las señales que nos alertan de una tecnoadicción?¿Cuáles son los síntomas de una tecnoadicción?

1. No poder parar de usar el móvil, de jugar con un videojuego, o de estar conectado

2. Mal humor cuando no se puede llevar a cabo la actividad a la que se ha creado adicción

3. Por el contrario, se encuentra una gran gratificación cuando se reanuda

4. Negación de la adicción: “no estoy enganchado”

5. Empeoramiento del rendimiento escolar

6. Aislamiento, problemas con los amigos o con los familiares

7. Necesidad de dedicar cada vez más tiempo a la actividad adictiva

Antes de llegar a un estado de adicción, podemos poner los límites necesarios, del mismo modo que se suelen poner límites para ver la televisión, que aunque ha sido relegada a un segundo plano por las tabletas, móviles y consolas, sigue siendo también objeto de adicciones.

Ni la televisión, ni la consola son niñeras, no debemos usarlas a nuestra conveniencia, dejando a los niños que pasen largas horas delante de estos aparatos para que nos den una tregua y nos dejen dedicarnos a otra cosa. Debemos ser cautos, porque algo que podemos usar en nuestro beneficio a la larga puede convertirse en un problema.

Predicar con el ejemplo y establecer unas reglas que todos sigamos en el hogar nos ayudarán a prevenir esta situación:

– Cuando lleguemos a casa todos dejamos el móvil en un lugar común de la vivienda

– El móvil no se lleva a la habitación

– Se mantiene fuera de la mesa durante las comidas

– Se apaga o se pone en modo vuelo por la noche

– Evitamos los ordenadores en las habitaciones, y no llevamos consolas ni tabletas

– Usamos la tecnología dentro de unos horarios

– Nunca será la primera cosa que hagamos por la mañana ni la última que hagamos por la noche

Si aún no has establecido ciertos límites y piensas que el tema se está yendo un poco de tu control, no lo dudes y realiza los cambios necesarios para que todo vuelva a su cauce: es importante volver a las rutinas anteriores, reanudar actividades deportivas o de grupo perdidas, y establecer horarios. Es importante detectar qué aplicación o juego es el que le crea adicción para no pasar al extremo opuesto de prohibirle usar, por ejemplo, el ordenador en absoluto, cuando puede que el problema lo tenga únicamente con un juego en línea. Debería poder seguir usando el ordenador para todo lo demás, pero sí que habría que realizar “una cura” de aquella aplicación que le mantiene enganchado.

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Gracias por leernos.

Feliz puente de mayo.