Reflexiones sobre el Congreso Nacional Joven y en Red

Teen kids busy with cell phones

El pasado día 11 de febrero, tuvo lugar el III Congreso Nacional Joven y en Red, con motivo del día internacional de la internet segura. Tuve la suerte de poder asistir al evento gracias a protegeles.com que muy amablemente me informaron e invitaron a ir.

El lema de este año, Juntos podemos hacer una internet mejor, buscaba la implicación de instituciones, usuarios, industria, educadores y familia. Y de hecho no faltaron representantes de ninguna de las partes implicadas.

Tengo que decir que disfruté muchísimo de las exposiciones de todos los ponentes, pero muy especialmente de las de los chavales de 3º de la ESO que expusieron sus puntos de vista con toda sinceridad y naturalidad.

El congreso arrancó tras la inauguración por D. Victor Calvo Sotelo, Secretario de Estado de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, con el análisis y las conclusiones del Estudio: “Menores de Edad y Conectividad Móvil en España: Tablets y Smartphones”. Podéis descargar el estudio haciendo click aquí

De este estudio se desprende un descenso muy importante en la edad de los niños en el inicio del uso de dispositivos móviles conectados a internet. El descenso de la edad no debe verse como algo negativo, sino todo lo contrario. Que los niños se inicien pronto en el uso de las nuevas tecnologías no es en absoluto perjudicial para su educación digital. Del mismo modo que exponer a los niños a un segundo idioma desde temprana edad es beneficioso, que usen la tecnología desde pequeños también lo es. Si los niños sienten curiosidad desde pequeños y desde el primer momento los padres están junto a ellos para guiarles, las garantías de éxito serán mayores. Es una gran oportunidad para las familias y los educadores y no debería desperdiciarse, puesto que en edades tempranas los niños están más receptivos, escucharán lo que les dicen sus padres y desde el primer momento pueden hacer un uso más seguro de la red y la tecnología.

Otro dato positivo es que los jóvenes se desinstalan aquellas aplicaciones que recaban datos o información que no es necesaria en absoluto para el funcionamiento de dicha aplicación. Es bueno que los chicos y chicas se vayan dando cuenta de que hay muchas aplicaciones que recaban datos con fines comerciales y que no es necesario llenar el terminal de este tipo de aplicaciones innecesarias.

También han comenzado a darse cuenta de que las fotos que hacen pueden estar geolocalizadas, lo que implica que se añadan una serie de metadatos a una imagen que le pueden dar a quien la reciba toda la información del lugar de residencia del chaval, por ejemplo. De modo que muchos de ellos ya son conscientes de esto y desactivan la geolocalización de sus fotos. Es un buen ejercicio para llevar a cabo en vuestros dispositivos y en los de vuestros hijos o alumnos: ¿están las fotos que hacemos geolocalizadas?¿queremos que lo estén? Mejor si evitamos esta información que puede ser una mina para desconocidos, los que bien te conocen y bien te quieren ya saben donde vives o a qué colegio vas, así que no demos información extra que puede entrañar cierto riesgo.

Tras el análisis del anterior estudio se estableció una mesa redonda muy interesante sobre menores y redes sociales con la participación de una alumna de 3º de la ESO. Se destacó la importancia de acompañar a los niños más jóvenes durante sus comienzos en las redes sociales, enseñarles a proteger su privacidad, y a borrar sus datos cuando dejen de usar una red social. Este punto me pareció muy bueno, porque a todos nos pasa, dejamos huella por allí por donde pasamos sin borrar después lo que hemos publicado y ya no queremos para nada. En algún momento de la jornada, uno de los ponentes hizo alusión a una frase que circula por internet últimamente y que dice “Qué suerte que tengo más de 30 años porque todas las burradas que he hecho en la vida no las he publicado”. Es tan cierto este comentario, ahora todo lo que hacen los chicos se queda registrado en internet, quién sabe si algún error, algún mal comentario, o alguna mala experiencia puede cerrarles puertas en el mercado laboral en el futuro. Lo que debemos comprender todos y explicarles a los chicos y chicas es que lo que hagan en internet es más impactante que lo que hagan en su vida offline, las palabras se las lleva el viento, pero los comentarios, los post y las fotos de las redes sociales, aunque los borres un segundo después de haberlos publicados, ya no sabrás nunca si se borraron en todas partes o no.

La red social en la que se estrenaron la mayoría de los adolescentes de hoy es tuenti, sin embargo, como muy bien nos explicó la estudiante de esta mesa redonda, tuenti ya ha pasado de moda. La mensajería instantánea, es decir whatsapp básicamente, ha desbancado a las redes sociales por su facilidad de uso. Como nos explicaba esta adolescente, los jóvenes son impulsivos, siguen las modas y lo que hoy está en la cresta de la ola en unos pocos meses puede pasar a ser cosa del pasado.

También ha triunfado entre los chicos el uso de twitter, se escribe algo corto, rápidamente y se envía, pero ¿somos conscientes de cuánta gente lee lo que publicamos en twitter?

Yo creo que para los padres y educadores el mejor ejercicio es darnos de alta y usar todo lo que nuestros hijos usen, para con nuestra experiencia como personas adultas ver los inconvenientes y los riesgos que cualquier red social puede entrañar. Deberíamos fijarnos en las opciones de privacidad, si por defecto al crear una cuenta la privacidad es alta o baja. Y si no es la adecuada aprender a configurarla adecuadamente. También es importante identificar los botones de denuncia ante casos de delito por contenidos inadecuados o por abusos y que los chicos sepan que existen y que deben usarlos. En la red como en la vida misma hay gente de todo tipo y es muy fácil encontrarse con indeseables, pero es igualmente fácil denunciarlos.

En cualquier caso, la ley impide que se recaben datos de menores de 14 años, por lo que no deberían registrarse en redes sociales antes de esa edad.

En la segunda mesa redonda del día se trató la conectividad móvil en el entorno escolar. En opinión del estudiante de esta mesa redonda internet está totalmente infrautilizada en la escuela. Creo que tiene razón, los alumnos esperan contenidos digitales, multimedia, con los que poder interactuar, pero como mucho se ha dado el paso a una simple digitalización de contenidos. El uso de las tabletas se está extendiendo en muchos colegios, pero surge la preocupación de cómo controlar si el alumno usa la tableta para seguir la clase o para jugar… parece muy tentador jugar a candy crash mientras el profesor trata de captar la atención de sus alumnos sobre el análisis sintáctico de una oración, por poner un ejemplo. Desde mi punto de vista, el que necesita desconectar de la clase y distraerse con otra cosa lo puede hacer con o sin tableta, podrá dibujar en los libros o hacerse un tattoo en el brazo con un rotulador, todos nos hemos despistado en clase aún cuando no había smartphones. Puede que al principio los chicos y chicas se despistaran con su tableta o su smartphone en clase, pero poco a poco estoy segura de que dejarían de verlo como un elemento de distracción y comenzarían a verlo como una herramienta de trabajo.

Si los adultos fuéramos a clase seguro que más de uno sacaríamos el ipad y le haríamos una foto a la pizarra, y así no estaríamos todo el rato tomando notas, sin embargo, cuando el estudiante de esta mesa redonda hizo esa propuesta todos nos reímos. Nos parece gracioso, pero tiene todo el sentido del mundo. Puede ser incluso más productivo que los alumnos no estén pendientes de anotar sino de escuchar y entender lo que el profesor está explicando. La clase podría ser más participativa. Al menos debería ser una opción, el poder hacer una foto de la pizarra antes de borrarla. Sería muy útil para los que han estado enfermos y no han podido ir a clase que sus compañeros de clase les mandaran una foto de la pizarra. También podría servir para hacer un repositorio de las clases, trabajar esa información llevándola a un blog, ampliarla o generar los propios contenidos del curso.

De esta segunda mesa redonda me quedé con la idea de que se pueden hacer muchísimas cosas aún, hay docentes que están muy interesados y predispuestos a incluir el mundo digital en las aulas y otros que necesitan mucha formación. A veces la formación no llega con la suficiente celeridad, la tecnología avanza más rápido que la capacidad de formar a los equipos docentes, no basta con tener ordenadores o tabletas, tampoco basta con trasladar los contenidos de los libros tradicionales a formato pdf.

La tercera y última mesa redonda de la jornada contaba con la participación de la industria, en concreto, los operadores Vodafone y Movistar, además de la Guardia Civil, y asociaciones de padres. El tema a debatir fue conectividad móvil: nuevos retos, nuevos problemas y nuevas soluciones. Una tercera alumna de la ESO participó en esta mesa redonda dando su punto de vista sobre el tema. De su intervención cabe destacar la necesidad de establecer límites en el uso de las tecnologías, límites de horarios y de tiempos. Ella misma agradecía hoy que sus padres hubieran sabido establecer esos límites en el momento adecuado.

Una de las soluciones para proteger a los chicos que parece más evidente en el tema de los terminales móviles es la comercialización de dispositivos específicos para niños o adolescentes. Sin embargo esta iniciativa ya se ha llevado a cabo en ocasiones anteriores y ha sido un fracaso total. Una cosa es diseñar un terminal para una persona mayor que sólo quiere el terminal para llamar, y algo muy distinto es diseñar un dispositivo para un chaval que para lo último que quiere el terminal es para hablar por teléfono, para hablar sí, pero por mensajería, skype, o como sea, pero no de la manera tradicional. Así que descartada pues la opción de terminales limitados para los niños no parece que la industria sea capaz de llegar a las familias y a los jóvenes con la intención de proteger el uso que estos hacen de la conectividad móvil. Se organizan charlas por voluntarios y el interés que las familias muestran parece ser insuficiente, entiendo que las obligaciones laborales de los padres y la difícil compatibilidad de horarios lectivos y laborales dificulta la labor de información. Está en manos de las familias el educar a sus hijos, el implicarse en su seguridad y protección y el llegar al fondo de la formación digital de los chicos y chicas.

Sin duda, el III Congreso Nacional Joven y en Red estuvo muy bien organizado, fue muy interesante espero poder asistir en sucesivas ocasiones.

¿Qué retos se te plantean en tu hogar día a día? ¿Cómo afecta a tu familia el uso de las redes sociales o el whatsapp? Espero tus comentarios y por favor si te ha parecido interesante agradecería que lo compartieras con tus contactos en tus redes sociales favoritas. 

Gracias por leernos.

 

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