Seguramente habréis oído hablar de Khan Academy y de lo que se conoce como flipped classroom, o clase invertida. Pero ¿qué es una clase invertida?
Sé que dicho así mucha gente no se hace una idea de qué significa realmente este concepto. ¿Qué es lo que se invierte? Se invierte la dinámica, el modo de entender la sesión lectiva. Tradicionalmente las clases siempre han consistido en una lección magistral y un tiempo de trabajo en solitario tras la explicación del profesor. La lección se daba en clase y el trabajo se podía comenzar en clase o directamente mandarse al alumno para que fuera realizado en su casa.
Cuando yo estudiaba la carrera, al ser una ingeniería, teníamos que preparar exámenes que consistían sobre todo en la resolución de complejos problemas, y cuando los estaba resolviendo en mi piso de estudiantes, me surgían bastantes dudas que hubiese agradecido muchísimo que me hubiese respondido un profesor en el acto. Esperar a la siguiente clase o a una tutoría para que te resuelvan las preguntas, no es lo mismo. A veces ya ni recordaba qué era eso que me había hecho pensar tanto. Ocurría a veces, que más tarde, una vez volvía a estar enfrascada con otro problema similar, me volvía a surgir la misma duda, y si esta había quedado sin resolver, me frustraba muchísimo.
Con las clases invertidas los alumnos en casa no trabajan a solas encontrándose con problemas que nadie podrá resolver en ese momento, sino que tienen acceso al contenido de la lección, para después en clase entrar directamente en materia y preguntar dudas a sus profesores o a sus compañeros. Las clases invertidas pueden resolver muchos problemas, como es el de los deberes y las desigualdades sociales que se incrementan por culpa de estos, siempre y cuando todos los alumnos tengan acceso garantizado a las lecciones, es decir, a aquella parte de la clase que por estar invertida ahora tienen que realizar en sus casas.
El modelo tradicional de clase en la que el profesor habla la mayor parte del tiempo y los alumnos, muchos, demasiados quizás, tienen que prestar atención y permanecer callados, ha demostrado ser un modelo que genera frustración, conflictos y desconexión en los alumnos. Según un estudio del MIT, el cual suele mencionar el filósofo José Antonio Marina, la actividad cerebral de un alumno durante una clase magistral es incluso inferior a la que presenta mientras está dormido.
Creo que el modelo tradicional es poco eficiente en cuanto al tiempo invertido respecto al aprendizaje conseguido. Los alumnos permanecen pasivos la mayor parte del tiempo en vez de tratar de indagar, averiguar o hacerse preguntas, las cuales sí suelen surgir cuando se enfrentan a un reto. Una clase magistral, si el orador no consigue enganchar y entusiasmar a la audiencia, puede ser demoledora. No quiero decir que todas las clases magistrales lo sean, hay personas que saben trasmitir muy bien aquello sobre lo que hablan simplemente porque les apasiona.
Cuando los niños hacen ejercicios en casa que después tienen que corregir en clase, creo que no existe garantía de que realmente hagan la corrección si han tenido fallos. Si el niño no sospecha siquiera que se pueda haber equivocado, es probable que pase por alto el corregir sus errores. Si tenéis hijos, y hacen deberes en un cuaderno, echadle un vistazo a sus deberes, supuestamente corregidos por ellos mismos según las explicaciones del profesor. Yo he visto en los cuadernos de mis hijos errores, que aún diciéndoles que lo tienen mal me juran que el profesor lo hizo así en clase, no reconocen que no lo han comprobado.
Khan Academy es una buena herramienta que puede ayudar a invertir las clases. La clase invertida que propone Javier Tourón en su blog se basa en el visionado de vídeos en casa, y eso es precisamente lo que nos proporciona Khan Academy. Aunque tiene muchos más contenidos en inglés que en español, en matemáticas por ejemplo tiene unos conceptos muy bien organizados.
Con una gran variedad de contenidos, invertir las clases podría ser muy sencillo, pero entiendo que no siempre hay los suficientes como para poner en práctica esta iniciativa que se basa en el uso de la tecnología, fundamentalmente, en forma de vídeos. Además sería una manera de complementar o suprimir el uso de los libros de texto. En cualquier caso, Khan Academy también puede ser útil para avanzar al ritmo que un niño necesite, para que siga aprendiendo por su cuenta, o para que aprenda nuevos conceptos.
¿Qué inconvenientes tiene invertir las clases? Como todo, si no se usa con sentido común, puede ocurrir que los alumnos tengan que ocupar gran parte de su tiempo libre viendo vídeos, o que no se tenga en cuenta si hay casos de alumnos que no tienen acceso a internet y se genere desigualdades. De todas formas, no creo que haya una única solución, todo dependerá de cada comunidad educativa, pero desde luego, la flipped classroom cuenta con el apoyo de grandes profesionales, como es el propio Javier Tourón.