Cuando navegamos por internet dejamos el rastro de todo lo que hemos hecho, de los sitios en los que hemos estado, los archivos que nos hemos descargado en el ordenador, las cookies que se han almacenado en el navegador, el historial con todos los sitios web que hemos visitado. Y si además aceptamos guardar contraseñas en el navegador, o nos olvidamos de cerrar la sesión podemos incluso dar acceso a otra persona a nuestra cuenta de correo electrónico o de facebook. Cuando usamos ordenadores compartidos, o el ordenador de un amigo, del colegio o de la biblioteca, o en un lugar público del tipo que sea, debemos ser especialmente cuidadosos. Si quieres saber cómo navegar sin dejar rastro, sigue leyendo.
Lo que hay detrás de tu actividad en la red es todo un rastro que puede servir para que otros conozcan lo que has hecho, lo que te gusta, llegando a saber por ejemplo si estás interesado en comprarte una casa o en irte de vacaciones a Florida. Es el caso por ejemplo de las famosas cookies que sirven para que Google nos ofrezca publicidad acorde a nuestras preferencias. O para presentarnos unos resultados u otros en nuestras búsquedas.
Las cookies se almacenan en tu navegador, inicialmente su uso se justificaba por la mejora de la experiencia de usuario, ya que almacenando esa cookie, al volver a visitar una página web en concreto se te reconoce y se reconocen tus preferencias, de modo que por ejemplo no tendrás que volver a elegir el idioma en el que quieres ver la web. Gracias a ellas, Google sabe mucho de sus usuarios, de modo que si en tu e-mail mantienes una conversación en la que dices que te vas de vacaciones a Florida, que no te sorprenda si la publicidad que ves al navegar es sobre vacaciones en Florida.
Para ver las cookies que almacena en el navegador Chrome una determinada página web, pincha en el icono a la izquierda de la url y después selecciona mostrar datos de sitios y cookies:
Para ver cómo puedes hacerlo en otros navegadores, pincha en cada caso donde te interese: Explorer, Firefox o Safari.
Podemos encontrar información sobre la gestión de la publicidad que hace Google visitando este enlace, donde el propio Google nos explica cómo se busca la vida para ofrecer publicidad personalizada, y no sólo haciendo uso de las cookies. Si te molesta que todo esto suceda, te sientes espiado, o simplemente has usado un ordenador que no es tuyo, es útil saber cómo borrar las cookies del navegador. Dependerá del navegador que uses, pero estaría bien que supieras borrarlas. O al menos que sepas que es algo que deberías hacer, para así poder buscar cómo hacerlo.
Además de las cookies, nuestro navegador guarda un historial con todos los sitios que hemos visitado. Imaginaros lo que pueden llegar a saber de tu hijo otros adolescentes si usan un ordenador compartido, si visita cualquier página web que por la razón que sea a otros chicos les pueda parecer suficiente motivo como para mofarse de él o ella, le puede causar un problema. No es lo habitual, pero como el saber no ocupa lugar, creo que es bueno que todos sepamos cómo dejar el navegador limpio como una patena cuando acabemos de navegar.
Los navegadores ofrecen almacenar contraseñas a la mínima de cambio, sé que es muy útil, pero no siempre es recomendable. De hecho, no uso nunca esa opción, a cambio he comenzado a usar LastPass, siguiendo las recomendaciones de la OSI.
En Google Chrome podemos borrar de un plumazo todos los datos de navegación almacenados, lo cual incluye cookies, el historial y las contraseñas. Para ello, tenéis que hacer click sobre el icono de las 3 rayitas:
O los 3 puntitos en el caso de Chrome para android, y desde ahí:
– En el caso de Chrome para ordenador -> ir a configuración – > configuración avanzada -> privacidad -> borrar datos de navegación
– En el caso de Chrome para android -> ir a ajustes -> avanzados -> privacidad -> borrar datos de navegación
También puede ser útil navegar en modo incógnito, como veis en la captura de pantalla anterior, Chrome nos indica cómo hacerlo, tan sencillo como pulsar la combinación de teclas Crtl+mayúsculas+N. Navegando en modo incógnito, no quedará registro del historial ni de las cookies, pero sí tendrás que seguir llevando cuidado con los archivos que descargues.
Cuando recibimos un e-mail con adjuntos que decidimos descargar en nuestro ordenador, éstos se quedan en la carpeta de descargas. Y no nos suele preocupar lo que hayamos dejado ahí, que además de ocupar espacio, puede ser cuanto menos muy útil para saciar la curiosidad de algunos. Saber dónde está esa carpeta y vaciarla permanentemente, sin pasar por la papelera es otra de las prácticas a seguir para navegar sin dejar rastro. Cuando borramos un archivo de Windows, podemos borrarlo sin enviarlo a la papelera, si a la vez que presionamos Supr pulsamos la tecla Mayúsculas (Shift). Aparecerá en pantalla un mensaje preguntando si queréis borrar permanentemente el archivo. Esto significa que no hay marcha atrás, el archivo no aparecerá en la papelera de Windows.
Y ya por último, sólo recordaros que es importante cerrar la sesión de todos aquellos sitios en los que nos hayamos logueado, y que si se nos ha olvidado cerrar la sesión de Gmail en un ordenador al que ahora mismo no tenemos acceso, por ejemplo, el ordenador de casa de un amigo, podemos cerrar la sesión desde cualquier otro ordenador, accediendo a nuestra cuenta de Gmail. Si os movéis hasta el final de la página de Gmail, abajo del todo, veréis un enlace que pone «Información detallada», al pinchar ahí veréis en qué dispositivos habéis abierto sesión de Gmail, y si pulsais en “Cerrar todas las demás sesiones” cerrareis vuestras sesiones de Gmail del resto de dispositivos en los que hayáis abierto Gmail.
Espero que os haya gustado estas recomendaciones para navegar sin dejar rastro y que os sean de utilidad.
Gracias por leernos
1 comentario en “Navegar sin dejar rastro”