Cuándo comprarle su primer smartphone: cada cosa a su tiempo

No es fácil saber si nos estamos adelantando o si estamos retrasando demasiado la compra de esa tableta, esa consola o ese smartphone que nuestros hijos nos están pidiendo. Si nos adelantamos podemos estar poniendo en manos de los niños algo que realmente se les queda grande, algo que no necesitan lo más mínimo, sino que más bien les sirve de distracción para lo que realmente les debería interesar. Y si lo retrasamos demasiado el niño puede sentirse como un bicho raro porque es el único que no tiene esa consola que todos sus amigos ya tienen. Aunque esta última razón debería ser la que menos peso tuviera en la toma de decisión de la compra. Dependiendo mucho del nivel adquisitivo de las familias del colegio al que vayan tus hijos puede que las edades a las que sus amigos tienen su primer smartphone sean bastante más precoces si el nivel adquisitivo es alto. Como en otros aspectos de la educación, impera el sentido común y prevalecen las necesidades educativas, ya que esta debería ser la mayor prioridad de las familias con niños en edad escolar.

Las consolas portátiles parece que ya no están tan de moda, las tabletas están haciendo mella no solo en el negocio de los ordenadores portátiles sino también en el de las consolas, y no solo en el de las consolas portátiles. Hace cuatro años se comercializó el primer iPad, lo que desató la fiebre de las tabletas. Antes de esto, los niños pedían consolas portátiles, como las de Nintendo (DS, DS2, 3DS…) o las de Sony (Vita). No era raro ver a niños de 6 o 7 años jugando con estas consolas portátiles. Personalmente, era bastante reacia a regalarles estas consolas a los niños. Una gran variedad de juegos accesibles de forma rápida y fácil es lo que ha llevado a las tabletas a triunfar frente a las consolas portátiles. No obstante, si queréís regalarle una a vuestro peque, marcaros como edad de referencia la de los 7 años. Para mi gusto, mejor si es a los 8. Como dispositivos portátiles, son muy fáciles de transportar, y los niños pueden querer meterla en sus mochilas del cole, así que desde el primer momento se ha dejar bien claro que no se puede llevar al colegio.

Las consolas fijas están abiertas a más posibilidades, se pueden usar para jugar varias personas y esto abre un abanico más amplio. Conectadas a la TV, eliminan la limitación de las consolas portátiles en cuanto al tamaño reducido de la pantalla. Una de las consolas más populares es sin duda la Wii de Nintendo, aunque tampoco se queda atrás la Play Station de Sony. En ambos casos, la compra de una de estas consolas debería justificarse por su uso por varios miembros de la familia. En este caso pues, planteando la compra para su uso en familia, no veo problemas para comprarla en cualquier momento, sea cual sea la edad de los niños. Otro tema es a qué van a jugar con la consola, pero eso ya nos da para otra entrada del blog.

Las tabletas, desde el iPad hasta la Samsung Galaxy Tab, están abiertas a un público muy amplio, desde niños pequeños de 3 o 4 años hasta adolescentes y adultos. Si quieres comprarle una tableta a tu hijo y éste es aún un poco trasto, plantéate comprarle una tableta específica para niños. Los fabricantes de terminales ya se han dado cuenta de que existe una necesidad en este campo y han lanzado tabletas, como la Samsung Galaxy Tab 3 Kids. Por dentro es una tableta con toda la potencia de una Galaxy Tab 3, pero permite su uso configurable en modo niños para que los padres puedan limitar el tiempo de uso y las aplicaciones a las que puede acceder. El hardware se ha diseñado a prueba de golpes, para ahorrarnos así algún que otro disgusto. Lo malo es que al tratarse de un dispositivo potente, el precio no está al nivel de otras tabletas, como las de Imaginarium, Fnac, Clan o Boing.

La mayoría de fabricantes de estas tabletas recomiendan su uso a partir de los 6 años, sin embargo a mi me parece que resultan más atractivas para niños más pequeños, de 4 años, a los 6 años hay niños que ya no se interesan por personajes demasiado infantiles, como por ejemplo Pocoyó. Mi elección sería más bien comprar un dispositivo poco o nada tematizado, no compraría por ejemplo una tableta de las Monster High, que fuera potente y que fuera posible de usar también por niños más mayores o adultos, pero con la protección adecuada de contenidos para los más pequeños, y resistente a impactos.

Si tu hijo pasa de tabletas para niños, porque ya es un poco más mayor o porque influido por niños mayores no tiene ningún interés en esas tabletas tan infantiles, las tabletas con sistema operativo android están abiertas a muchas posibilidades, hay muchas aplicaciones en Google Play gratuitas y se pueden utilizar conectadas al WiFi de casa, sin necesidad de tarjeta SIM.

Hasta aquí yo creo que existe cierta flexibilidad en la compra de cualquiera de los gadgets mencionados, siempre y cuando se mantengan claras las reglas de uso de la tecnología como comentaba en una entrada anterior titulada las 7 reglas básicas para usar la tecnología con cabeza.

Si hablamos de comprar un smartphone ya pasamos a palabras mayores. Mi edad recomendada serían los 14 años. Pero entiendo que puede ser muy duro llegar hasta esa edad sin smartphone. Un smartphone con conexión de datos es una puerta abierta al mundo las 24 horas del día. Lo que nos puede hacer adelantar la edad de adquisición de su primer smartphone es sin duda el paso a la secundaria. Los chavales y chavalas pasan al instituto a los 12 años, la jornada reducida por cuidado de hijos acaba a los 12 años, nos lo están poniendo en bandeja para que a los 12 años sintamos la necesidad de darle a nuestros hijos un móvil con whatsapp para que nos diga si ha llegado ya a casa o al instituto. Mi primera opción sería prestarle un teléfono, no comprarle uno para que lo pueda usar a diestro y siniestro, y/o controlar su uso con aplicaciones de control parental, como Safety Net de Vodafone. Si lo que nos preocupa es que el niño llegue bien a casa después del instituto, no deberíamos ni siquiera darle una SIM con tarifa plana de datos, el móvil debería ir siempre en modo silencioso, para que no suene en clase, y el niño sólo lo debería usar en caso de emergencia. Todo dependerá de lo responsable y maduro que sea vuestro hijo, posiblemente si lo habéis educado correctamente para que haga un uso responsable de la tecnología, estará preparado para no hacer demasiadas tonterías con el móvil. Lo que está claro es que entre los 12 y los 14 caerá en sus manos su primer smartphone, y un smartphone sin una SIM card con un buen plan de datos es como un jardín sin flores. Además de concienciar a nuestro hijo sobre el uso responsable del terminal, empezando por no molestar en clase, y acabando por dejarlo fuera de su habitación mientras estudia, además es conveniente que aprecie el valor de su móvil. No es un juguete barato, cualquier Smartphone cuesta cientos de euros y una tarjeta SIM de contrato con tarifa plana de datos puede costarnos alrededor de 10 euros al mes.

Para mi aún es fácil hablar, todavía no he llegado a este punto, así que no creo que deba decir que de este agua no beberé, pero procuraré ser fiel a mis convicciones y evitar que la tecnología se convierta en un motivo de riñas y distracciones de sus estudios.

Y a ti ¿te han pedido ya tus hijos un smartphone?

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